Levantarte cada mañana con un ''Buenos días princesa'' no puede ser bueno. Tener la necesidad de besar a esa persona una y otra vez, sin cansarse de sus labios, y morir por dentro cada vez que sonríe; es definitivamente malo.
Cuando alguien se convierte en una persona importante, necesaria para mi, tengo miedo de perderla, miedo de que perdiendo a esta pierda una parte de mi, y ese es el miedo que tengo ahora.
Entregarse al 100%, mostrar solo una parte de uno mismo…, ¿qué hay que hacer para no salir herido? ¿o es que acaso en este juego siempre se sale herido?
Yo, como casi siempre, acabo de decidir arriesgar. Arriesgo con él. Me da igual pasarlo mal si al menos un tiempo lo pasaré extremadamente bien, no siempre todo será alegría.
Nunca he tenido una relación seria, nunca nadie me llamó ''mi amor'', ni me dijo que estaba muy guapa; y solo por lo que siento cada vez que él me lo dice creo que esto merece la pena.
ÉL, ¡él!, él… Qué tiene su mirada, sus ojos que me hablan. Sus labios, dulces, juguetones… Su sonrisa, todas sus sonrisas. Las sonrisas nerviosas, las de tranquilidad, las pícaras, las cómplices… todas y cada una de ellas me enloquecen.
Luego está su forma de hablar, sus confusiones tontas y sus palabras protectoras.
Por último está la manera en la que se peina.