miércoles, 26 de junio de 2013

Vivir así es morir de amor


Levantarte cada mañana con un ''Buenos días princesa'' no puede ser bueno. Tener la necesidad de besar a esa persona una y otra vez, sin cansarse de sus labios, y morir por dentro cada vez que sonríe; es definitivamente malo.
Cuando alguien se convierte en una persona importante, necesaria para mi, tengo miedo de perderla, miedo de que perdiendo a esta pierda una parte de mi, y ese es el miedo que tengo ahora.
Entregarse al 100%, mostrar solo una parte de uno mismo…, ¿qué hay que hacer para no salir herido? ¿o es que acaso en este juego siempre se sale herido?
Yo, como casi siempre, acabo de decidir arriesgar. Arriesgo con él. Me da igual pasarlo mal si al menos un tiempo lo pasaré extremadamente bien, no siempre todo será alegría.
Nunca he tenido una relación seria, nunca nadie me llamó ''mi amor'', ni me dijo que estaba muy guapa; y solo por lo que siento cada vez que él me lo dice creo que esto merece la pena.
ÉL, ¡él!, él… Qué tiene su mirada, sus ojos que me hablan. Sus labios, dulces, juguetones… Su sonrisa, todas sus sonrisas. Las sonrisas nerviosas, las de tranquilidad, las pícaras, las cómplices… todas y cada una de ellas me enloquecen.
Luego está su forma de hablar, sus confusiones tontas y sus palabras protectoras.
Por último está la manera en la que se peina.

domingo, 13 de mayo de 2012

c

Cuando veo esos ojos verdes, siento que el mundo no tiene fin. Podría pasar horas contando una y otra vez las pecas de tu cara, riéndome de todas tus dulces palabras. Sentir tu aliento, cerca de mi aliento, y no ser capaz de mirarte a los ojos sin sonreír.

miércoles, 18 de abril de 2012

Unha longa primaveira


Corría tras unha bolboreta.  Era a primeira mañá de primavera, dunha primavera longa. Dunha primavera chea de soños; algúns inalcanzables, como a bolboreta. Ía tan leda, que non se decataba de nada do que sucedía ao seu redor.  Unha pedra, fixo que tropezara e caeu ao chan, perdendo así a pequena voadora de vista.
Como dicía, era pola mañá, e o sol brillaba no alto do ceo coma se fose a vez derradeira, os paxaros cantaban e creaban un son melodioso á vez que ela ría. A súa risa, foi o que fixo que a primavera fose longa para el, foi o que converteu uns días escurecidos pola tristeza, nuns días completamente vivos, nos que cada día descubriu algo novo. E é que, a procura da bolboreta, e a forma positiva de ve-las cousas que ela tiña, fixeron que un home máis de este planeta namorase. El adoraba o seu rir, os seus misteriosos ollos azuis, e sobre todo, amaba que ela fose capaz de evadirse por un momento dos problemas: correndo coma unha nena pequena.
Mientras bosteza se frota los ojos, se ve en el espejo y no se reconoce. Piensa, ¿qué hago aquí?. No entiende por qué todas las mañanas hace lo mismo, sigue el mismo camino, para escuchar las mismas voces, anotar cosas a las que no le encuentra el sentido, y volver de nuevo a casa. Discutir por lo mismo con su familia, usar las mismas palabras que el día anterior, y el anterior, y el anterior, y el anterior... Se repite que no puede, que cada día será peor que el pasado, y que el futuro no le deparará nada bueno, que la vida, no le gusta. Pero se salvó. Se salvó por que se fijo que cada amanecer, en las gotas de lluvia resbalando por el cristal de la ventana, y en los ''Buenos días'' de su madre. Observó que los pasos que da por el mismo camino son cada día diferentes, vio como hay gente que disfruta porque hace lo que quiere, y gente que perjudica a los demás porque hace lo que no quiere. Se fijó en cada palabra como si fuera la última, en los gestos, en las sonrisas. Apreció por primera vez que alguien le dedicara una sonrisa. Y entonces, recuperó la esperanza. Creyó en lo ideal, un sentimiento romántico le inundó la mente. Amaba, amaba la vida. Comprendió que debía agarrarla, mirarla a la cara, susurrarle y danzar con ella. Disfrutar cada momento. Revivir el pasado, vivir el presente, preparar el futuro. ¿Acaso no podía hacer todo eso a la vez? Pues claro que podía. Podía, pudo, y podrá.

martes, 24 de enero de 2012

SHE DON'T CARE

Descubrir la verdad de las emociones. Conocer cosas universales y atemporales. Evadirnos. Buscar modelos.
Todos tendemos de alguna manera a leer nuestra vida como una historia. Mi vida tiene que tener un sentido, un significado. Todo lo que vivimos, lo encajamos en una historia. Pero la vida no es así, no tiene narrador, por tanto, no hay nadie que nos dirija a parte de nosotros mismos. En la vida, solo hay un punto de vista, nunca podremos salir de nosotros mismos y ver las cosas de otra manera, y por tanto , la única e indiscutible verdad absoluta que vamos a conocer, es la de nuestra conciencia. La vida, en principio, no tiene sentido. Ocurre lo que ocurre porque ocurre. Avanzamos hacia la decrepitud, y la fatalidad es inevitable si el destino está concebido,  pero a su vez, también lo es la genialidad.

jueves, 5 de enero de 2012

NO A LA VIOLENCIA

Un grupo de psicólogos de la Universidad de Potsdam ha constatado que los juegos virtuales violentos aumentan la agresividad en quien los juega habitualmente, haciendo ver el mundo como un lugar hostil.
Alemania es un ejemplo de la violencia generada por los videojuegos. Desde hace unos años se han sucedido escenas de adolescentes, que armados, descargan su rabia matando e hiriendo a compañeros y maestros de sus institutos. Estos terribles hechos llevaron a realizar un experimento a 4300 personas de entre 12 y 40 años. Los resultados fueron alarmantes.
Todas aquellas personas que juegan varias horas diariamente disponen de una conducta agresiva al sexo, creando un rol similar a un prototipo de masculinidad. Desarrollarían sentimientos violentos e incluso jugar a corto plazo provoca pensamientos agresivos. Los sujetos están predispuestos a percibir e interpretar la conducta de los demás negativamente. En consecuencia, ven intenciones hostiles donde no las hay, así su visón del mundo se distorsionaría.
Sebastian B. conocido como el francotirador de Emsdetten, era un joven de 18 años que una mañana  entró en su instituto junto con un arma e hirió a treinta personas antes de quitarse la vida. No fue un asesinato fortuito, ya que este adolescente había elaborado un plan minucioso para vengarse del comportamiento de sus compañeros. Todos los pasos que le llevaros a cometerlo se encontraban en su página web, junto a fotografías que él mismo había tomado empuñando pistolas y rifles. Sebastian era un aficionado de los videojuegos de guerra.
Este es sólo un ejemplo de la agresividad generada por los videojuegos, no solo en los jóvenes, sino en todos aquellos que abusan de su uso. Parece mentira que sean necesarios más asesinatos para que se demuestren las consecuencias de esta violencia, que a pesar de ser ficticia, es otro factor que contribuye a la violencia de género, al  robo, a los asesinatos… Mientras niños de nueve años compren juegos como  World of Warcraft, las medidas preventivas no serán suficientes.
Así como no puede afirmarse que todos los fumadores morirán de cáncer, tampoco puede probarse que los efectos de los videojuegos sean similares en todos los jugadores, pero si hay datos que defienden que el uso abusivo de ellos provoca graves consecuencias en las formas de responder a diferentes estímulos, siempre de manera violenta.
Creo que sería insuficiente prohibir la venta de estos videojuegos a menores de edad, ya que serían los padres los que los adquiriesen en las tiendas. Pero una buena solución sería advertir sobre las consecuencias de un uso irresponsable y abusivo y proponer otras formas de entretenimiento que no incluyesen violencia de ningún tipo, ya que para muchos adolescentes un juego sin violencia no resulta divertido.
En conclusión, injerir violencia a través del cine, de los videojuegos, de la televisión genera personas violentas en un futuro. Si no supervisamos lo que los niños realizan en su tiempo libre, podemos estar potenciando actitudes agresivas. Los padres deberían ser los primeros en potenciar actividades educativas entre los jóvenes, ya que hay más formas de divertirse sin violencia.


LIBERTAD

Parece mentira que sean los países occidentales los que, hasta ahora reclamasen la libertad como derecho en el mundo. Estamos convencidos del sufrimiento de los pueblos africanos, del hambre, el sida, la malaria, la falta de recursos y en especial, de la carencia de derechos que han llevado a los países subdesarrollados al declive absoluto, pero muchos desconocen las causas de esa decadencia. Nosotros somos los causantes de esa amargura, nosotros los proclamadores de la igualdad y la libertad, arrebatamos los derechos de aquellos que son inferiores económicamente a nosotros.
Estados Unidos se autodenomina el país de la libertad. No hay duda de que posee un buen modelo político y que proporciona los derechos básicos a sus habitantes. Miles de personas desean emigrar a EEUU, el país de las oportunidades, buscando mejorar su nivel de vida y pudiendo disfrutar de derechos que no poseían en su país. Al mismo tiempo, América del Norte ha abusado de su poder y ha jugado con la libertad de otros lugares.
 Tiene la libertad para invadir otros pueblos, robar los recursos energéticos y naturales de otros países. Explota a la población, incluyendo a  las mujeres y niños, obligándolos a trabajar más de doce horas a cambio de un sueldo indigno. Hay países africanos al servicio de multinacionales americanas, que a cambio de dinero o armas, permite el tráfico de personas, armas, drogas, animales, o cualquier recurso con el que se pueda obtener dinero.
EEUU tiene la libertad de espiar otros países e involucrarse en su propia política, llegando a producir golpes de estado, siempre buscando su propio beneficio. Puede imponer modelos económicos a países que todavía basan su economía en la agricultura o la pesca. Tiene la libertad de enviar tropas militares a países árabes y matar a cientos de inocentes. Por si no fuera suficiente su poder sobre el resto del mundo, posee bombas termonucleares capaces de destruir el planeta siete mil veces.
El abuso de poder que ejercemos sobre los más débiles despoja la libertad de los que más la necesitan. Antes de denunciar las carencias de los países subdesarrollados, analicemos nuestra forma de vida, y como nosotros somos culpables de la falta de libertad de otros. Pues éste solo es un ejemplo del control que ejercen los países ricos sobre el mundo. La libertad no solo se refleja en una constitución, sino en cada uno de los actos que realizan los habitantes diariamente. Si abusamos de nuestra libertad, robaremos la de otros, sin ser conscientes.